Sé bueno contigo. Imagina que escuchas a un amigo hablando mal de sà mismo. O peor aún, a tu hijo. Cuando escuchas a personas que amas siendo muy duras con ellas mismas, normalmente les dices cuán maravillosas son; al menos espero que eso hagas. ¿Haces lo mismo contigo? Hoy, sé tu mejor abogado en vez de tu peor adversario.
|