En vez de minimizar nuestras diferencias
démosle la máxima importancia.
En vez de negar que tú seas mejor para esto
y yo para aquello,
aprovechemos a fondo cada uno su aptitud especial,
reconociendo nuestros puntos flojos,
ya para ejercitarlos,
ya para dedicarnos a otra cosa.
Acepto sin problemas
que los hombres se manejan mejor con el espacio
y las mujeres con la palabra.
Que los hombres se entienden mejor con los objetos
y las mujeres con el ser humano.
Que los muchachos se destaquen por su coordinación motriz
y las chicas por su destreza con las manos.
Que los varones sean hábiles para resolver problemas
y nosotras en procesar información de prisa.
¡Me gusta que seamos diferentes!
Mientras tú cortas el césped
yo te prepararé algo de beber..
Tú conduces por la noche:
yo te mantendré despierto.
Carga tú las valijas,
que yo iré a presentar los papeles.
Tú preparas nuestra liquidación de impuestos,
yo veré de ajustar el presupuesto.
Tú pasas la aspiradora,
yo, el plumero.
Tú das vuelta el colchón
mientras yo riego las plantas.
Ti picas las cebollas,
yo agrego las especias.
Tú irás a hacer las compras
con la lista que yo te haya preparado.
Tú me compras libros,
yo te compro camisas.
Tú sabes como curar los males de este mundo,
yo sé como curar tus propios males.
Tú sabes lo que conviene a nuestros hijos,
yo sé lo que ellos sienten,
Tu dominas eso de conducir en las montañas,
yo te lo digo.
A mí me cuesta hacer aquello que tú haces tan bien
a ti te cuesta hacer lo que yo domino.
Me gusta ser como soy,
Me gustas tú tal cual eres.

Natasha Josefowitz.